Como resultado de lo que han denominado un “consenso” entre diferentes fuerzas políticas, se sigue debatiendo en el Congreso la Reforma a la Salud presentada por el Gobierno Nacional.
Este nuevo intento por aprobar la reforma, con nuevas propuestas e iniciativas, estaría siendo apoyado por partidos políticos opositores del Gobierno, que al principio se negaron a debatirla y que promovieron el archivo de la iniciativa.
Por su parte, los partidarios de la aprobación de la reforma a la salud presentada por el Gobierno Nacional, manifiestan la necesidad de transformar un sistema que para el año 2024 ha mostrado que dieciséis (16) EPS están a punto de ser liquidadas y solo existen cinco (5) EPS en el país que cumplen con los requisitos necesarios para la atención masiva de afiliados.
El presidente Petro sigue con la firme intención de promover el principal objetivo de este proyecto: “Hacer que la salud deje de ser “un negocio” y se convierta en “un derecho”.
Los partidarios del presidente, que impulsan el proyecto de reforma manifiestan su preocupación ante lo que han denominado una “situación desalentadora y preocupante para los actuales afiliados a las entidades de salud en liquidación”, que después de 30 años de servicios prestados por entidades privadas con múltiples escándalos de corrupción y acusadas de anteponer sus intereses económicos a los de sus pacientes, siguen prestando un servicio de salud deficiente para sus afiliados.
Por su parte, los opositores de la reforma han manifestado su preocupación por cambiar el sistema actual de prestación del servicio de salud, gestionado por entidades privadas, por uno público y universal que genera incertidumbre en cuanto a su viabilidad financiera y genera grandes temores de volver al fallido sistema sanitario que tuvo el país en los años 90.
Independientemente de quién tenga la razón y cuáles son los argumentos que más nos gustan, lo importante es que se estudie con disciplina legislativa las diferentes propuestas de reforma, que los congresistas participen de los debates y no se ausenten para boicotear las iniciativas y se apruebe una reforma a la salud en el Congreso de la República, la cual es necesaria para corregir los vicios de corrupción de las EPS que han sido de conocimiento público y se mejore la deficiente atención que en muchos casos reciben los usuarios del sistema de salud en Colombia.